prólogo:
Arquitectura..., más allá de cuestiones formales, podríamos decir que el motivo fundamental que nos lleva a configurar los espacios arquitectónicos, reside en la búsqueda de un ideal de la belleza, en cuya concepción clásica conservaba relaciones antropomórficas y que evoluciona relacionándose con cualidades propias del individuo y tradicionalmente positivas.
¿Podemos aportar condiciones que estimulen las emociones, y que al tiempo, consideren los parámetros canónicos, estipulados como mínimos en cualquier proceso arquitectónico?
Se trata mediante este ejercicio de ahondar en nosotros mismos y en la búsqueda lo perceptivo, para para estimular una arquitectura necesaria.
Como en un juego, casi infantil, de disfrute con el medio del que geneticamente procedemos, manipulamos las condiciones de estructura para que el volumen que ha de ser contenido se convierta en contenedor, al tiempo que gracias a su propia sustracción parcial, amplifique la concepción de espacio, con una nueva modificación de la densidad.
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