La orientación norte-sur corresponde con las fachadas de mayor superficie y permeabilidad visual y focal, marcando el eje longitudinal de la piscina, cuyo volumen se sitúa en la parte superior, estableciendo un juego de equilibrio y ciclo de circulación de volúmenes, gracias al agua.
La construcción se fundamenta, por un lado, en dar una solución a la estructura de soporte del vaso y por otro, difuminar desde el interior un concepto de volumen masivo del programa de vivienda.
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